Los jardines verticales han ganado popularidad en los últimos años como una solución innovadora para traer la naturaleza a los espacios urbanos. Estas paredes verdes consisten en la instalación de plantas en las fachadas de los edificios, creando así un oasis de vegetación en medio del concreto de la ciudad.
En los desarrollos de Pascual Construcciones, hace años que se apuesta a la implementación de jardines y terrazas verdes para revitalizar los espacios y cada vez a mayor escala. En Howo concretamente hay grandes espacios verdes: un jardín vertical de 8 pisos que se consolida como el más grande del interior, una isla en planta baja y vegetación en los balcones de todas las unidades con riego automatizado. Para conocer un poco más sobre los jardines verticales y concretamente qué existirá en Howo hablamos con Pablo Willmott, arquitecto y Director de proyectos de Green Habitat, una empresa rosarina que se dedica al diseño, instalación, mantenimiento y reparación de jardines y que ya se encuentra en etapa de ejecución en nuestro edificio.
– Contame un poco desde cuándo existe Green Habitat, cómo surgió.
Bueno, Green Habitat comenzó en el año 2016. Mi hermano Daniel Willmott con otro socio, Maximiliano Uranga, empiezan este proyecto de la empresa haciendo sistemas de riego.
Luego por el conocimiento que tienen ellos y la inquietud de sumar más cosas, se empiezan a capacitar y perfeccionar en lo que son los jardines verticales o el cultivo hidropónico, es decir, el cultivo de plantas solamente con agua, en ausencia de tierra. Después sumaron lo que es terrazas verdes, otra área de la construcción, se podría decir, que se tiene que explotar ya que tiene un impacto térmico en lo que son las construcciones. Todo lo que generan las terrazas verdes en lo que es aislación, es algo provechoso para la construcción. Luego me incorporaron a mí, con la premisa de que esté liderando Green Habitat y ellos poder enfocarse en otras unidades de negocio.
– ¿Tienen proyectos en Rosario y en toda Argentina?
Trabajamos prácticamente en todo lo que es Santa Fe y Córdoba. En Buenos Aires no hemos hecho trabajos porque ya hay empresas que se dedican a los jardines verticales y lo hacen muy bien. Hemos tenido una evolución de cómo hacíamos los jardines verticales, desde el sistema de riego, hasta llegar a una manera de hacerlo que nosotros creemos que es la correcta, la más redituable, la que tiene más vida a largo plazo y nos posiciona como una empresa robusta para llevar adelante este tipo de proyectos en nuestra zona.
La complejidad de hacer proyectos estando lejos es que los jardines verticales son todos artesanales, no hay nada que sea igual de un jardín a otro. Cada proyecto es especial para cada lugar y cada cliente, entonces eso implica que hay que estar físicamente, ocuparse, se tienen que tomar decisiones de forma constante, viendo el día a día y ajustando cosas, por eso trabajamos en zonas cercanas. Para este tipo de proyectos hay que estar encima y cuando uno delega empiezan a aparecer pequeños errores que pueden afectar al proyecto. Nos quedamos tranquilos cuando hay una supervisión constante para que los proyectos se resuelvan de forma óptima.
– Y en el equipo de Green Habitat, ¿Quiénes más trabajan con vos?
Yo lo encabezo y hay otro arquitecto que me hace de mano derecha para algunas cosas que no llego. Después tenemos cuadrillas de trabajo que cumplen funciones diversas. Hay cuadrillas de trabajo de una división de mantenimiento, otra para grandes predios, donde hay unidades de trabajo que ya están radicadas en un lugar y trabajan de forma específica.
– Esto que comentabas sobre cómo adaptarse a lo que necesita el proyecto, a lo que requiere el cliente, probar nuevas adaptaciones… Sé que Howo tiene su complejidad y su innovación en cuanto también a las especies que se usan y demás. Contame un poco, ¿Cómo son los espacios que están interviniendo en Howo? ¿Qué plantas tienen?
El proyecto de Howo reviste varias dificultades y por eso sumamos en este proyecto a Juan Paulo Pereyra, un colega que es paisajista y arquitecto y tiene mucho conocimiento en lo que es vegetación. El proyecto tiene principalmente dos grandes jardines verticales en planta baja. Uno tiene una forma que nosotros no habíamos implementado todavía, generalmente trabajamos con figuras puras.
En esto, el proyecto nos invitó a una búsqueda de una resolución orgánica, donde teníamos límites que obviamente eran el suelo y los laterales, pero en la parte de arriba se quería algo que fuera totalmente orgánico, que no tuviera forma y copiara la forma de las plantas.
Lo del pulmón y sus 8 pisos es una conjunción de balcones con canteros que va a dar la apariencia de una cascada de plantas. Eso es lo que podría diferenciarlo. ¿Por qué no digo que es un jardín vertical? Porque no tiene una continuidad.
El que está en la planta baja, tiene plantines cada 15 centímetros que, cuando uno lo coloca son pequeños, pero cuando crecen son plantas. Esos conviven completamente y lo que se busca es uniones o grupos de plantas para generar formas y colores similares. Se agrupan plantas del mismo tipo para que convivan y den forma a un ecosistema de diferentes especies. Son plantas que se adaptan al interior, a la verticalidad. Esto no quiere decir que son de la misma especie pero si se adaptan a la convivencia.
Obviamente que también prima la supervivencia en las plantas. Nosotros jugamos mucho con eso, de no sobrepoblar… Hay un límite en cuanto a cantidad de plantas que podemos colocar por metro cuadrado ya que el jardín va a crecer.
Nosotros ya lo tenemos calculado y sabemos lo que rinde. Muchos de los colegas nos dicen que estamos por arriba de lo que se debería colocar en cantidad. Pero, ¿qué pasa? Nosotros decimos que al cliente hay que ofrecerle de entrada algo visualmente aceptable. Entonces, si ponemos plantas muy chiquitas, muy separadas, no se luce. Nosotros vamos al límite con eso. Cargamos las plantas hasta el máximo límite que puede soportar un jardín en etapa uno. Que quede presentable desde el día cero.
– Perfecto. ¿Y qué plantas hay en la isla de planta baja?
Vamos a colocar plantas tropicales, que les gusta mucho la humedad y no necesitan tanta luz, como por ejemplo palmeras. Queremos brindar la sensación de que uno ingresa a un ambiente tropical. O se podría decir hasta selvático. Tenemos unas Pindó y unas Raph de casi 4 metros y medio de altura. Sumado a los 80 centímetros que tiene el cantero. La mayoría de este tipo de plantas vienen de Misiones porque tienen un clima bastante amigable durante todo el año. Es húmedo. entonces, favorece mucho el tema de crecimiento. También pueden venir de Entre Ríos o de Brasil.
El ingreso de Howo creo que va a ser impactante, no va a ser algo que ves a menudo en cualquier lado.
Hay proyectos que están, por ejemplo, en España. Hay una estación de tren, la estación de Atocha, en Madrid, que tiene un megaproyecto de este tipo. Yo lo fui a ver y a analizar cómo está hecho. Lo que yo quería hacer es una versión reducida de eso. Es un proyecto súper interesante. Pero lo que va a impactar acá es que ocupa mucho lugar en relación al espacio. Si bien el ingreso es grande, la altura del proyecto, la dimensión y el espacio que ocupa es casi la mitad de lo que es el ingreso. Va a tener su protagonismo.
-Y el jardín vertical del pulmón ¿Qué características técnicas tiene?
Ese es el segundo desafío que tiene el proyecto. Es algo también bastante novedoso. Es una cascada de plantas. En eso se va a buscar una mezcla de especies, de plantas colgantes, que resistan la orientación al oeste, que es complicada porque las plantas suelen preferir el sol de mañana que el sol de la tarde.
Tuvimos que hacer una selección de plantas que tuvieran un tamaño interesante para generar caída y tengan un buen efecto visual. Buscamos que tuvieran cierto tamaño, pero que no necesitaran tanto espacio en suelo para poder crecer ya que se desarrollan en canteros. Con una combinación de arbustos para que también no sea todo colgante y quede más estético.
En eso vamos a trabajar, una especie que se llama barba, que se conoce también como manto de la virgen. Con varias especies de jazmines, jazmín del aire, todo eso también va a tener flores, que en cierta época del año va a ser un cambio.
Porque eso también es interesante, lo bueno que tiene es un jardín que nunca está igual. Todos los días es diferente y cambia a lo largo del año.
-¿Cuáles son los beneficios de contar con toda esta vegetación?
Bueno, obviamente que tenemos un impacto térmico, o sea, tener un muro vegetal al oeste va a absorber mucho del calor que tenemos en la ciudad, sobre todo en la época más calurosa del año, obviamente que genera un confort térmico también regulador de la humedad.
Después tenemos algo que todavía no está del todo comprobado, pero las plantas tienen un intercambio de energía con las personas, además de lo visual, hay varios estudios que lo prueban. Y como principal, el oxígeno, que interviene purificando los espacios.
-¿Existen otros proyectos así de ambiciosos?
Mirá, hay una búsqueda, a veces con algunos tropiezos, de este tipo de proyectos. Muchas veces las constructoras, empiezan con algo, y cada proyecto es más ambicioso en relación a lo que es vegetación.
La apuesta de Pascual en esto, ha acelerado el proceso. Es decir, empezaron con algo y decidieron hacer un salto. Un salto grande.
En Rosario, no tengo conocimiento que haya nada similar. Si hay algunos bares que tienen cosas aceptables, en algunos espacios muy chicos, pero esto como macro proyecto en el edificio y la escala que tiene, no hay. Que busque tener visuales con vegetación, que sea sustentable, que esté acompañada por un sistema de riego. Porque una cosa es instalarlo y dejarlo ahí y otra cosa muy distinta es hacer un soporte vital con riego, con dosificaciones de fertilizantes y demás cuestiones que lo convierten en un verdadero ecosistema vivo.
-¿Y el riego y la fertilización se hace automático con una computadora?
Bueno, eso es otro de los temas que nosotros nos especializamos. Al hacer riego, tenemos una ventaja con respecto a otras empresas, que resolvemos el tema de todo lo que es instalación. Esto funciona con una unidad de comando, que es un controlador de riego de una marca americana, Hunter, que comanda la electroválvula. Esto nos permite abrir y cerrar según la necesidad que tenga la vegetación.
Hoy en día, cuando las plantas se cultivan con fertilizante, tienen un rendimiento muchísimo mayor. Lo que hacemos con la inyección de fertilizante es achicar los tiempos de crecimiento, tenemos mejor calidad en lo que se ve visualmente, que la planta está mejor de salud, mejor de tonicidad, mejor color… Bueno, vamos a lo seguro con esto. Va a quedar espectacular.
Esa es la búsqueda de este proyecto. Hoy todavía está en ejecución, pero tiene mucho potencial. Lo mismo con la búsqueda de poner los murales, de meter arte en los espacios comunes de una construcción, no es común verlo.
Los espacios comunes de los edificios hasta conceptualmente en nuestra facultad, por ejemplo, se tratan de minimizar porque se considera que tiene que tener una cantidad de metros correcta ya que si está sobredimensionado es un espacio perdido. Esto es un cambio de paradigma, si nosotros hacemos que la parte de uso común del edificio tenga más trascendencia, a lo mejor se generan otras situaciones, otras relaciones.
Lo importante es atreverse a este tipo de cosas y probarlas. Estaría bueno que se conviertan poco a poco en tendencia. Que si o si los espacios comunes tengan que tener verde. En otras ciudades del mundo sucede, por ejemplo, aquí en la provincia de Córdoba, están tratando de impulsar una normativa para que se incrementen las terrazas verdes. Por un tema visual pero también sustentable. Es una búsqueda súper interesante.
Hoy, encarar una terraza verde es costoso. Porque requiere un soporte técnico. Es decir, un aislante específico. Preparar los desagües. También un costo de lo que es mantenimiento ya que hay que cortar el césped. Pero la ganancia en términos de sustentabilidad y mejoras en la habitabilidad son enormes.
-Hay otros espacios también con vegetación en Howo, ¿con las terrazas y canteros de los departamentos que tienen pensado hacer?
En el sistema de macetas en las unidades se busca algo parecido al pulmón del edificio. En los canteros intermedios entre los departamentos y en las barandas de dan a calle San Lorenzo también. Plantas colgantes que frenen un poco el impacto climático y que mejoren la visual. Creo que va a tener un protagonismo interesante.
En las terrazas del coworking se pidió que sean plantas más rústicas, más de la zona. Que son plantas a lo mejor como el phormium o alguna planta autóctona de la isla, ese tipo de plumeritos. Que se pueda bancar perfectamente los embates climáticos ahí.
Luego en las terrazas del SUM también tenemos canteros. Ahí vamos a apuntar algo con más arbustos. Siempre tratamos de buscar algo que tenga mucho protagonismo y acompañarlo con plantas bajas.
Vamos a ir armando esos pequeños ecosistemas. Creo que es la manera correcta de abordar un proyecto. No sólo es poner una maceta con una planta. Buscamos combinar plantas, que convivan, que no sean del mismo tipo. Como para mostrar otra cosa en el lugar, hacer espacios distintos y más habitables.
Pascual puede ser una marca que, a partir de ahora, en todos los ingresos de edificios busque esta alternativa. Un espacio, un ecosistema selvático. Puede ser que el día de mañana sea la marca distintiva de la constructora. Desarrollos que generen un impacto visual y que mejoren la vida de las personas.
Para más info sobre Green Habitat pueden visitar su sitio web y perfil de Instagram.