Precio adecuado, buena presentación, anuncios de calidad, visitas agradables y paciencia: una receta que mejora las posibilidades de alcanzar acuerdos favorables a la hora de vender tu propiedad.

El mercado inmobiliario está atravesando un estadío caracterizado por una considerable caída en los precios de venta, lo cual ha generado un contexto de oportunidades para potenciales compradores. Asimismo, la amplia oferta de unidades a la venta que existe actualmente en la ciudad de Rosario, obliga a los propietarios a tomar una serie de decisiones para mejorar sus posibilidades de concretar una transacción sin tener que verse obligados a reducir su margen de ganancia.

Lo primero que un vendedor debe definir es el precio de su propiedad, procurando que éste sea justo, competitivo y realista. Por ello es recomendable realizar una investigación de mercado para analizar precios de venta de propiedades con prestaciones similares. Hay que tener claro cuáles son las fortalezas y las debilidades de la unidad que uno desea vender, evaluando cuánto impacto tienen sus aspectos positivos y negativos en la valoración del inmueble. Para mayor precisión, siempre es recomendable consultar a un tasador inmobiliario.

A la par del establecimiento del precio, el propietario debe considerar la realización de obras menores que aumenten el valor de la propiedad. En la mayoría de los casos, se trata de una opción muy favorable: la inversión en arreglos o pequeñas refacciones se abonan en pesos, mientras que la valorización del inmueble se cotiza en dólares.

Además, en este sentido, hay que prestar especial atención a la manera en que la propiedad será mostrada en los anuncios. Es fundamental contar con fotografías de calidad, bien iluminadas, que permitan a los interesados imaginarse condiciones agradables de habitabilidad. Por este motivo, conviene evitar imágenes con objetos demasiado personales y muebles que impidan resaltar los espacios. Se recomienda generar una sensación de amplitud y fácil circulación.

Una vez generado el interés en posibles compradores, hay que enfocarse en hacer de las visitas a tu propiedad una experiencia agradable. La primera impresión es determinante en las posibilidades de concretar una venta. Al momento de mostrar el inmueble, debe lucir bien, estar limpio, ordenado y, por qué no, aromatizado.

Otro aspecto a atender mientras se define el proceso de venta es el administrativo. Una demora evitable en un trámite puede generar desconfianza en el comprador y terminar arruinando una posible venta. Por este motivo, antes de dar cualquier paso, es fundamental contar con la escritura del inmueble y asesorarse con un escribano o profesional inmobiliario respecto de cualquier otra documentación que pueda ser necesaria para concretar la operación.

Finalmente, siempre es recomendable tener paciencia y no tomar decisiones apresuradas. Actualmente, existen múltiples canales de publicación de anuncios y, ya sea que el vendedor cuente o no con el respaldo de una agencia inmobiliaria, la estrategia de venta siempre puede ir ajustándose para lograr mejores resultados.